Cómo Mejorar La Memoria Y La Concentración: 7 Hábitos
La memoria y la concentración son dos habilidades mentales fundamentales para el aprendizaje, el trabajo y la vida en general. Sin embargo, muchas veces nos cuesta recordar lo que hemos estudiado, lo que tenemos que hacer o lo que nos han dicho. También nos distraemos fácilmente con estímulos externos o internos que nos impiden enfocarnos en lo que realmente importa.
¿Qué podemos hacer para mejorar nuestra memoria y nuestra concentración? Afortunadamente, existen algunos hábitos que podemos incorporar a nuestra rutina diaria que nos ayudarán a potenciar estas capacidades cognitivas. En este artículo te voy a mostrar 7 hábitos de cómo mejorar la memoria y la concentración, con una breve descripción y lo más resaltante de cada uno de ellos.
Cómo mejorar la memoria y la concentración: 7 hábitos
Dormir bien
El sueño es esencial para la consolidación de la memoria y la recuperación de la energía mental. Cuando dormimos, nuestro cerebro procesa y almacena la información que hemos aprendido durante el día, y elimina los residuos tóxicos que se acumulan en las neuronas. Además, dormir bien nos ayuda a estar más alertas y atentos al día siguiente.
Para dormir bien, se recomienda seguir un horario regular, evitar las pantallas antes de acostarse, crear un ambiente oscuro, silencioso y cómodo en el dormitorio, y evitar el consumo de cafeína, alcohol o nicotina por la noche.
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Alimentarse bien
La alimentación también influye en nuestra memoria y nuestra concentración. Algunos nutrientes son esenciales para el buen funcionamiento del cerebro, como las vitaminas, los minerales, los ácidos grasos omega-3, los antioxidantes y los aminoácidos. Estos nutrientes se encuentran en alimentos como las frutas, las verduras, los frutos secos, el pescado azul, los huevos, el chocolate negro o el té verde.
Para alimentarse bien, se recomienda seguir una dieta equilibrada, variada y moderada, evitar el consumo excesivo de azúcar, grasas saturadas o alimentos procesados, y beber suficiente agua para mantenerse hidratado.
Hacer ejercicio físico
El ejercicio físico no solo beneficia a nuestro cuerpo, sino también a nuestro cerebro. Al hacer ejercicio, aumentamos el flujo sanguíneo al cerebro, lo que mejora el suministro de oxígeno y nutrientes a las neuronas. También estimulamos la producción de nuevas células cerebrales y la liberación de sustancias químicas que mejoran el ánimo, la motivación y la atención.
Para hacer ejercicio físico, se recomienda practicar una actividad que nos guste y nos divierta, al menos 30 minutos al día, tres veces por semana. También es importante calentar antes de empezar, estirar después de terminar, y descansar adecuadamente entre sesiones.
Meditar
La meditación es una práctica milenaria que consiste en enfocar la atención en el presente, sin juzgar ni reaccionar a los pensamientos o emociones que surgen en la mente. La meditación nos ayuda a mejorar nuestra memoria y nuestra concentración al reducir el estrés, la ansiedad y la depresión, que son factores que afectan negativamente a nuestro rendimiento cognitivo. También nos ayuda a desarrollar una mayor conciencia de nosotros mismos y de nuestro entorno.
Para meditar, se recomienda buscar un lugar tranquilo y cómodo, adoptar una postura erguida pero relajada, cerrar los ojos o fijar la mirada en un punto neutro, respirar profundamente por la nariz y exhalar por la boca, y centrar la atención en la respiración o en un mantra (una palabra o frase repetida mentalmente). Se puede empezar con unos minutos al día e ir aumentando progresivamente el tiempo.
La mejor forma de cómo mejorar la memoria y la concentración también radica en un buen sueño y descanso
Leer
Leer es una actividad que estimula múltiples áreas del cerebro relacionadas con la memoria y la concentración. Al leer, activamos nuestra imaginación, nuestra comprensión lectora, nuestro vocabulario y nuestra ortografía. También mejoramos nuestra capacidad de razonamiento, de análisis y de síntesis. Además, leer nos permite adquirir nuevos conocimientos, ampliar nuestra cultura y disfrutar de historias interesantes.
Para leer, se recomienda elegir libros que nos gusten y nos atraigan, leer con atención y sin distracciones, hacer pausas para reflexionar sobre lo que hemos leído, y comentar o escribir sobre lo que hemos aprendido.
Jugar
Jugar es una forma de aprender divirtiéndose. Al jugar, ponemos en marcha nuestra memoria y nuestra concentración al tener que seguir unas reglas, resolver unos problemas, tomar unas decisiones o recordar unos datos. También mejoramos nuestra creatividad, nuestra lógica, nuestra estrategia y nuestra habilidad visoespacial. Además, jugar nos permite relajarnos, reír y socializar con otras personas.
Para jugar, se recomienda escoger juegos que nos gusten y nos supongan un reto, jugar con frecuencia y variar los tipos de juegos, jugar solo o acompañado según el momento y la ocasión, y disfrutar del proceso sin obsesionarse con el resultado.
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Repetir
Repetir es una técnica de memorización que consiste en repasar la información que queremos recordar varias veces, con intervalos de tiempo entre cada repaso. Al repetir, reforzamos las conexiones entre las neuronas que almacenan la información en el cerebro, lo que facilita su recuperación posterior. También aumentamos nuestra confianza y nuestra seguridad al recordar.
Para repetir, se recomienda usar diferentes métodos de repaso, como leer en voz alta, escribir a mano, hacer resúmenes o esquemas, usar tarjetas o aplicaciones de memoria espaciada, o explicar lo que hemos aprendido a otra persona.
Estos son los 7 hábitos de cómo mejorar la memoria y la concentración que te hemos preparado. Espero que te hayan gustado y que los pongas en práctica. Recuerda que la memoria y la concentración son habilidades que se pueden entrenar y mejorar con constancia y dedicación. ¡Hasta pronto!